Conocimos a dos madrileños, Ainhoa y Víctor, nos invitaron a su casa para conocer a los demás compañeros de piso, María, David y Mihai, y entre una cosa y otra salió el tema de viajar, pensamos en ir juntos a Roma.
Ese mismo fin de semana pusimos rumbo a nuestro primer viaje, llegamos el sábado por la mañana después de 3 horas y media de trayecto. Ese día, compramos una tarjeta que tenía acceso al coliseo, palatino y foro romano, además podíamos coger cuantas veces quisiéramos el metro durante 48 horas.
Visitamos la Ciudad del Vaticano, escuchamos una misa y entramos al museo, donde pudimos ver la famosa Capilla Sixtina.
Por la tarde
fuimos a ver algunos sitios que nos faltaba de Roma, como por ejemplo la Fontana
di Trevi, que a pesar de que estaba arreglándose tiramos las tres monedas y pedimos
los tres deseos, las plazas otra vez, más tiendas.